Consejos para exámenes finales

Camila Gómez y Ana Sofia Clavijo

Finales, esa época que tanto nos asusta, desde que entramos a middle y high school estamos ansiosos de que llegue diciembre y final de año en junio para salir a vacaciones, pero antes de eso tenemos jornada de evaluaciones escritas de dos horas; son tres días de exámenes, parece algo miedoso, ¿o no? Sin embargo, los exámenes finales o derivados de ellos tales como el trabajo de grado o el trabajo final de la universidad, siempre estarán presentes en tu vida, es por esto que mi compañera y yo venimos a aconsejarte para que esto no sea una pesadilla.

Primero que todo, es imposible que todo salga perfecto, son siete años en los cuales tendrás mucho crecimiento e irás aprendiendo paso a paso cómo lidiarlo. Es importante tener eso claro desde el comienzo, todo es un proceso en el que vas a crecer como persona y te puedes ayudar desde el comienzo del año, tomando buenas notas, puede sonar un poco cliché pero es clave para este proceso. Algunos profesores te avisarán que puedes hacer cheat sheets, y es mejor tener toda la información más importante en tu cuaderno y no tener que devolverte documento por documento hasta el comienzo y tener que volver a leer todo. Te hará la vida mucho más fácil y está comprobado que escribir las notas conduce a que la información se te grabe en el cerebro y a que el proceso de aprendizaje sea mucho mejor y más ágil, así no la tendrás que sufrir unas semanas antes del examen. Cuando tienes buenas notas es fácil devolverte en ellas y encontrar información que olvidaste, es una estrategia para no estar estresado pidiendo notas de otras personas o para no pedir al profesor que te explique nuevamente cierto tema.

En segundo lugar, los profesores -o la mayoría de ellos- tendrán compasión contigo y te darán la semana antes de finales para repasar. Allí es clave hacer el uso de tus notas y crear los cheat sheets de las materias que te lo permiten. Por otro lado, es primordial que tengas tu nota relativamente alta para antes de finales. El examen final cuenta un 15% de tu nota final, es decir, si tienes tu promedio en cada materia bastante bajo, no confíes en subir tu nota con finales porque es algo muy incierto. No estamos diciendo que te vaya a ir mal, pero es mejor estar seguro de que aun si sacas una nota no tan buena en los finales, eso no pondrá en riesgo tu calificación definitiva. Por ejemplo, si tienes tu nota de Filosofía en 2.5, corres el riesgo de que el examen final te haga perder la materia, pero también puede ayudarte a subirla. Pero, si tienes tu nota en 3.0 o 3.5, estarás más tranquilo sobre el resultado del examen final. En resumidas cuentas, empieza el año fuerte, no dependas del resultado del examen final para pasar la materia o subir la nota.

En tercer lugar, también es importante tener en cuenta que el estrés y ansiedad a veces te pueden consumir, por eso es recomendable ir procesando los finales poco a poco y no preocuparte por todo un día antes. Por eso mismo debes tener energía durante esos días, es clave alimentarse y dormir bien, lo peor que te podría pasar es trasnochar y estar cabeceando durante el examen, o que incluso se te cansen los ojos. Un buen sueño hace que tu atención esté al ciento por ciento en el examen.asa. No te estreses un día antes de los finales, pues ya has estudiado y no puedes meterte demasiada información en la cabeza en tan poco tiempo, lo importante es mantener la calma y revisar un poco tus notas, no intentes hacer lo imposible.

Por último, los exámenes finales no son más que una prueba del conocimiento adquirido por semestre, y este tipo de exámenes estarán en la universidad, en el trabajo, etc. Es por esto que, si atiendes consejos, debes de dejar de tenerle miedo. Las universidades, en algunos casos, ya sea en el exterior o en Colombia, no te filtran únicamente por tus notas en el colegio. Las universidades tienen otros filtros tales como las actividades extracurriculares, el servicio social, tus hobbies, entre otros. Por ende, los exámenes finales no son más que una prueba de tu conocimiento, que no te definirán como persona, ni como estudiante.