La violencia invisible

Dana Lukauskis

“No te vistas así de mostrona.” “Siéntate como una mujer.” “Lavé los platos por tí.”

¿Cuántas mujeres escuchan frases así en su día a día? Las prácticas violentas en las que se ejerce la dominación masculina en la cotidianidad son numerosas y, desafortunadamente, la mayoría de veces son toleradas y normalizadas dentro de la sociedad, incluso en una sociedad que dice promover la igualdad. Es necesario hacerle llamados de atención a los hombres cuando actúan de manera discriminatoria ya que el machismo no debe ser tolerado.

Es cierto que a lo largo de las generaciones, las mujeres han sido la sombra del hombre, y aunque han surgido revoluciones y movimientos en contra de esta idea, la sociedad en la que vivimos sigue estando marcada por el machismo. Frases populares como, “Agh, tenía que ser mujer” cuando ocurre un accidente de tránsito, fortalece la idea de que el hombre, de alguna manera, es considerado superior a la mujer. Otro ejemplo de lo que ocurre frecuentemente es cuando una mujer está caminando en la calle y un hombre detiene el carro para decirle un piropo. El hombre puede pensar que tiene todo el derecho de parar y hablarle a la mujer de esta manera, pues “simplemente le está dando un cumplido”; pero en realidad la está haciendo sentir incómoda, alimentando el concepto de objetivación de la mujer.

Cabe resaltar que en algunas situaciones, estos comentarios no tienen el propósito de ofender a la mujer. Es decir, no siempre el hombre es consciente de que está siendo machista. Para esto solo existe una explicación, y es que el hombre ha sido un producto del ambiente en el que ha crecido a lo largo de su vida. Con cosas que ha experimentado, vivido y presenciado, le han quedado grabados en su cabeza opiniones acerca del rol de la mujer en la sociedad. Consiguientemente, se asocia al hombre como superior y fuerte, y a la mujer como inferior y sumisa.

¿Cuántas veces una mujer es acosada en su día a día? De acuerdo con una encuesta realizada en el 2019 sobre tipos de violencia sexual que reciben las mujeres, un 97% de las mujeres contestaron que han recibido comentarios sexuales incómodos, en especial en las noches.

La violencia cotidiana existe. Son abusos de poder casi imperceptibles, pero que están presentes. Es importante romper con estas tendencias y actitudes para prevenir que la mujer se sienta despreciada. Sí esto se logra, se podrá conseguir igualdad y respeto hacia ambos géneros.